Miles de preguntas se nos atraviesan cuando llega la hora de destetar a nuestro bebé. Por eso es esencial comprender cuándo y cómo iniciar este proceso de transición para que se convierta en una linda experiencia para ambos. Los profesionales recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, seguida de la introducción de alimentos complementarios junto con la leche materna hasta los dos años o más.
Aquí te contamos algunos pasos clave para que esto sea un proceso progresivo, organizado y asertivo.
Puntos importantes que debes tener en cuenta:
● NO hay edad específica para llevar a cabo el destete. En la mayoría de casos, es alrededor del primer año de vida, aunque esto puede ocurrir antes o después.
● Este proceso puede durar días, semanas o incluso meses, esto dependerá de ambos.
Ahora sí los pasos:
1. Reconoce las señales de preparación:
Es fundamental estar atento a las señales que indican que tu bebé está listo para comenzar con alimentos sólidos. ¿Puede sentarse por sí solo? ¿Mantiene la cabeza erguida? ¿Demuestra interés en la comida? Estos son indicadores importantes de su desarrollo físico y cognitivo que sugieren que está listo para aventurarse más allá de la leche materna.
2. Adopta un enfoque gradual:
El destete debe ser un proceso gradual tanto para la madre como para el bebé. Reducir una sesión de alimentación por semana es una estrategia efectiva. Esto permite que ambos se adapten emocionalmente al cambio y evita la congestión mamaria y el malestar, como la mastitis. Si decides seguir amamantando, extraer leche mantendrá tu producción. Además, considera comenzar eliminando la alimentación del mediodía, ya que suele ser la menos abundante y más incómoda, especialmente para las madres que trabajan. Puedes reemplazar esta toma por papillas, cuando veas que se ha acostumbrado, comienza a hacerlo en otro momento y así poco a poco irás sustituyendo las sesiones de lactancia materna.
Recuerda la importancia de hacerlo gradual, si lo cortas de repente, puede tener repercusiones emocionales en tu pequeño.
3. Valida las emociones y acompáñalo:
Si sientes preocupación acerca de que la conexión con tu pequeño/a pueda deteriorarse o debilitarse durante el proceso de destete, es crucial que reserves tiempo para pasar con él, ofreciéndole atención y mucho cariño. De esta manera, podrás establecer otros lazos emocionales además de la lactancia. También es fundamental reconocer y validar sus emociones, como la frustración que pueda experimentar al no poder satisfacer sus deseos. Comunicarte con frases como “entiendo que estés buscando mi pecho, pero en este momento no puedo dártelo, lo siento” puede ayudarle a comprender y aceptar el cambio poco a poco.
Es importante comprender que algunos bebés desarrollan hábitos reconfortantes, como chuparse el dedo o aferrarse a un peluche, como una manera de consolarse y adaptarse a los cambios emocionales que implica el destete. Es fundamental permitirles estas formas de consuelo y no negárselos o invalidar sus emociones.
Otro punto a tener en cuenta:
Procura no darle todo lo que pida siempre. Ármate de mucha paciencia, pues es un proceso que requiere tiempo y calma. No te afanes y ve poco a poco, según las necesidades de ambos. Si te sientes ansiosa, el proceso será más difícil de completar. Por eso es mejor que respires ante los momentos que te reten más.
Implementar estos consejos puede hacer que el proceso sea menos traumático para ambos. ¡Confía en ti misma y en tu bebé mientras navegan juntos esta nueva etapa!